Mi Ex-esposa Misteriosa Es Multimillonaria

Chapter 575



Chapter 575

Chapter 575


Capítulo575


Una gran fiesta acababa de terminar, pero otra gran conmoción estaba a punto de comenzar. En


este momento, ni Enrique ni Alejandro estaban en casa. Leona estaba convencida, de que Noa


había contado a su abuelo, así que fue a su habitación, agarrando su cabello mientras la arrastraba


hasta la sala. Había aprendido la táctica que su padre había usado para humillar a Alejandro en


público y la estaba aplicando.


-Hermana, ¡suelta! ¡Me duele la cabeza! – Noa estaba llena de lágrimas y sentia que le estaban


arrancando el cuero cabelludo.


-¡Pequeña traidora! ¡Pequeña espía! ¡Pequeña desvergonzada! ¿Ahora sientes dolor? ¡Está bien si lo


sientes! Hoy, como tu hermana mayor, te enseñaré una lección a esta traidora que se aprovecha de novelbin


todo-Leona la regañaba mientras levantaba su brazo y le daba una bofetada en la cara.


Hubo un sonido claro y nítido que sorprendió a los sirvientes. Vieron impotentes cómo la frágil


Noa, caía al suelo con fuerza. Todos estaban desesperados, pero como empleados de la familia


Hernández, no se atrevieron a intervenir en los asuntos de sus empleadores y solo podían enojarse


en silencio.



-Hermana, lo siento ¡Realmente lo siento! ¡No lo volveré a hacer en el futuro! Noa cubrió su


rostro y lloró incontrolablemente. Sabía que nadie vendría a ayudarla en ese momento.


A pesar de que quería resistirse, su cuerpo se sentía como una masa sin fuerza. Leona era la nieta


favorita de su abuelo y la hija más mimada de sus padres. ¿Con qué podía enfrentarla?


Su cuñada tenía la opción de irse si lo deseaba, pero ella no podia abandonar esta casa. Así que


tenía que soportar la situación, mantener un perfil bajo y este era su único modo de supervivencia.


-Noa, ¡Noa! – Una de las sirvientas corrió llorando y se arrodillo junto a Noa, abrazándola. —¡Leona!


Eres la hija de Enrique al igual que Noa. ¿Quién eres tú para acosarla?


Leona sonrió ante esas palabras y se puso las manos en la cintura, mirándola con gran ferocidad.


Pequeña imbécil, ¿quién hubiera pensado que encontrarías una hermanita en esta casa?


-Noa, por favor, no me hagas caso-dijo en pánico mientras trataba de cubrir la boca de la


sirvienta.



-No me voy-dijo la criada mientras abrazaba a Noa, con los ojos enrojecidos y llenos de lágrimas,


mirando fijamente a Leona. -Incluso si ya no puedo trabajar aquí, incluso si ya no puedo


Aunque Noa sea tu hermana, no deberías lastimar a nadie. Golpear a alguien es un delito.


-¡Qué risa! ¿Quién te crees que eres para hablar así de alto aquí? -se rio Leona a carcajadas, luego


fue directamente hacia la criada y la pateó en el hombro. -Lo hice, ¿y qué? ¿Qué vas a hacer al


respecto? Si tienes agallas, ¿por qué no me denuncias?


La críada cayó al suelo, con el hombro doliéndole como si los huesos estuvieran a punto de


romperse.


Los demás criados a su alrededor estaban furiosos, algunos querían intervenir, pero otros los


detuvieron. Sabían que la familia Hernández tenía un poder gigantesco en la Ciudad de México. Si


se dejaban llevar por la rabia y actuaban impulsivamente, podrían arruinar su futuro en la ciudad.


A pesar de su enojo, eran criados comunes y corrientes, y tenían que pensar en su propio futuro y


el de sus familias.


-¡Leona! Noa, que podía soportar ser golpeada a sí misma, sintió una ira indescriptible al ver a la


criada golpeada. En lo más profundo de su alma, que solía ser débil y dócil, brotó una furia


incontrolable que hizo que sus ojos, que solían ser claros, se volvieran ardientes de rabia.


-¿Cómo te atreves a llamarme así? ¿Cómo te atreves a decir mi nombre directamente? – Leona se


sintió sorprendida por la inusual ira de su hermana. ¿Era esta tonta lo suficientemente insensata


como para desafiarla por el bien de una simple criada?


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