Dulce Disparo al Jefe Cachorro Enamorado

Capítulo 701



Capítulo 701

Capitulo 701 Marisol abrié los ojos y se dio cuenta de que ya el sol estaba casi en lo mas alto del cielo.


Se levanto de un salto de la cama, se aseo y salid, la abuela ya estaba despierto, parada en la terraza disfrutando del paisaje del jardin, Al oir ruido, se volvié sonriente, “Marisol, ya te despertaste?”


“Si,” respondié Marisol, rascandose la cabeza con timidez.


Haberse quedado dormida en casa de su tia Perla era una cosa, pero hacerlo también en el asilo de su abuela era, en gran parte, culpa de la noche anterior con Antonio Pinales. Habla dicho que le ayudara a buscar su bata de bafio, pero apenas extendid la mano, la arrastro al bafio y la presiono contra la pared bajo la ducha...


Recordando esas imagenes para adultos, sintid que se le calentaban las orejas.


La abuela parecié notar su incomodidad y cambié de tema con una sonrisa, “Yo ya estoy mayor, duermo poco y por eso me despierto temprano. Ustedes los jévenes necesitan dormir mas. jAntonio también se ha levantado hace poco y fue al restaurante de enfrente a comprar el desayuno!”


Marisol se sintid atin mas avergonzada al mencionar a Antonio, asi que intenté cambiar el tema, “Abuela, gqué estas mirando?”


La abuela sonrio y le sefiald, “Alla bajo el arbol hay un grupo de nifios jugando a la pelota. Casi la patean hasta el arbol, jeje, deben ser los nietos de los ancianos que viven aqui.”


Marisol miré en la direccién indicada y en efecto, vio a varios nifios alrededor de un gran arbol de goma, con una pelota rosa saltando arriba y abajo, acompafiada de risas infantiles que llenaban el aire con una frescura contagiosa.


Era un dia de descanso y seguramente los padres habian traido a los nifios a visitar a sus abuelos.


“|Qué lindos son estos nifios!” La abuela sonreia ampliamente, y sin sorpresa volvié a sacar el tema, “Marisol, gcuando me dards un bisnieto?”


No era la primera vez que la apuraban con este tema, pero cada vez Marisol se sentia igual de timida. “Eh...” tartamude6, con las pestafias temblorosas.


La abuela tomo su mano con ternura y la acaricid, “En verdad, no me aferro a las viejas costumbres, para mi esta bien tanto si es nifio como si es nifia. Tu hijo con Antonio seguramente sera hermoso, si es nifia sera como tu, bonita y vivaz, y si es nifio sera guapo como Antonio.”


Marisol mordié su labio inferior, sus ojos y cejas tefiidos de vergilienza.


En su campo de vision, la figura esbelta de Antonio aparecia por la puerta principal del asilo, llevando en sus manos leche y pan, seguido por un resplandor dorado del sol, que hacia que su guapo rostro pareciera estar adornado con un halo de suefio.


Ella no pudo evitar pensar que, incluso si fuera una nifia que se pareciera a él, seria muy hermosa... Después de desayunar con la abuela y dejarle instrucciones a la cuidadora, ambos se despidieron del asilo.


El Cayenne se detuvo en un complejo de apartamentos cerca del rio, y cuando Antonio aparco, su teléfono sond. Después de contestar, su expresi6n relajada se torno seria, y volvid a abrocharse el cinturén de seguridad antes de decirle, “Un paciente de emergencia ha llegado a la clinica, necesito ir a verlo.”


“iEsta bien!” Marisol asintio. Al llegar a casa, lo primero que hizo fue tirarse en la cama.


Recién saliendo del ascensor, atin sentia las piernas temblorosas. No queria ir a ningun lado a descansar, solo queria recuperar su energia en casa. Se volted y abrié su bolso, sacando un pequefio frasco blanco.


Dentro habia muchas pequefias pastillas amarillas, sin nombre en el empaque, recetadas desde el hospital. Pildoras anticonceptivas de uso prolongado, sin efectos secundarios en el cuerpo...


Antonio, como médico, la habia regafiado severamente por usar la pildora del dia siguiente, diciendo que no se debe usar mas de dos veces al afio y hasta habia salido de la habitacidn dando un portazo. Por eso, después de acompafiar


a Gisela a visitar a Nhia, habia Ido a la farmacia discretamente. Estaba a punto de tomar dos cuando las palabras de su abuela esa mafiana resonaron en su mente “Marisol gcuando me dards un bisnleto?”


La mano abierta de Marisol se quedo suspendida en el aire, y después de un largo rato, la cerré, volviendo a poner las pastillas en el frasco y cerrandolo. Se levanté y abrid el cajon inferior de la mesita de noche para guardarlas en una cajita de metal


Alli dentro se guardaban cosas cubiertas de polvo y olvidadas por el tiempo.


En la estacion de otofio profundo, las temperaturas de la mafiana y la noche eran frescas, pero el dia se tomaba calido cuando el sol brillaba. Marisol, envuelta en su abrigo de lana, bostezaba frente a la camara.


Dicen que las mujeres nacen con amor por las joyas, pero ella parecia inmune a ello.


Esa tarde tenia solo una tarea de entrevista, hacer un reportaje sobre esta joyeria. Quizds el contenido era tan rutinario que casi se quedaba dormida, hasta que finalmente apago el equipo y su energia volvid.


La gerente del establecimiento, con una sonrisa en el rostro, se acercé muy atenta y dijo: “Marisol, han trabajado duro, pueden


echar un vistazo a la tienda, si algo les gusta, puedo hacerles un descuento o darles un pequefio regalo“. “;Gracias!” respondid Marisol por cortesia.


No tenia intencién de quedarse, pero al ver que sus colegas ya habijan dejado el equipo y estaban curioseando por la tienda, decidié dar una vuelta sin mucho interés.


En el mostrador, las joyas brillaban deslumbrantes, y aunque sus colegas parecian emocionados, Marisol, cansada, simplemente se detuvo y se apoyo en el mostrador central para esperar.


La gerente, pensando que Marisol estaba interesada en unos pendientes del mostrador, los sacd con entusiasmo y dijo: “Marisol, estos son de los mas vendidos en nuestra tienda, tienen un disefio muy moderno, ja los jovenes les


encanta!”


“jSon bonitos!” asintié Marisol, aunque no tenia el menor deseo de comprarlos.


*Marisol, si te gustan, puedes probartelos", insistid la gerente.


Justo cuando Marisol iba a rechazar la oferta educadamente, una voz femenina sono de repente. “|Quiero esos pendientes!”


Ese tono familiar hizo que Marisol sintiera un latido en la sien.


Al girarse, la escena del centro comercial se repitid: Carla Guzman, vestida con un traje blanco, se acerco con aire dominante y sefaldé los pendientes con arrogancia. The content is on noveldrama.org! Read the latest chapter there!


La gerente, viendo la situaci6n, se apresuro a decir con una sonrisa: “Sefiorita, si también le gustan, tengo mas en el almacén, jpuedo ir a buscarlos para usted!” The content is on noveldrama.org! Read the latest chapter there!


“No, quiero este par“, insistid Carla. Aqui vamos otra vez...


Marisol, conteniendo su irritacion, dijo: “Sefiorita Carla, deberia haber un orden, gno cree? Este lugar no es propiedad de su familia, verdad?”


“LY qué importa? jQuiero esos pendientes!", dijo Carla con arrogancia, mirando a la gerente y anunciando con pomposidad: “Pagaré el doble de lo que ella ofrece, véndamelos!” The content is on noveldrama.org! Read the latest chapter there!


Marisol fruncid el cefio y dijo: “Yo ofrezco el doble*.


*Entonces yo el triple“, dijo Carla con los ojos bien abiertos.


*;Cuatro veces mas!", dijo Marisol entre dientes.



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