El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Chapter 122



Chapter 122

Chapter 122


El bebé está vivo


Silvia analizaba la situación, tenía que buscar la manera de sacar provecho o se quedaría en la calle, estaba a costumbrada a lujos, vivir en los mejores departamentos, comprar ropa y zapatos de marca y a comer en restaurantes con estrellas Michelin


Bueno Rodrigo, entonces debo confesarte que nuestro hijo está vivo! él no murió al nacer, está vivo tiene casi diez meses ahora, la mujer se lo soltó de golpe, ella era así no tenía filtro, tu hijo se llama Alejandro, solo lleva mi apellido, por obvias razones, su nombre, Alejandro Rodríguez!


Rodrigo seguía sentado en su costosa silla sin poder creer lo que la mujer que tenía enfrente le decía, él mismo había enterrado a su hijo y lo visitaba todos los fines de semana en su tumba, acaso había enloquecido Silvia por la perdida de su bebé? El intrigado Ceo inteligente como era, decidió seguir la corriente a su ex pareja, dime en dónde se encuentra él? quiero verlo, llévame con el de inmediato, el Ceo Mendoza no pudo evitar que su corazón se aceleraba, le había llorado tanto a su hijo, la culpa no lo dejaba vivir


Antes tienes que prometerme que nos casaremos y le daremos la una familia! a Silvia poco le importaba su hijo, ella lo que quería era ser la esposa de Rodrigo para tener el estatus social que siempre había deseado tener, esa ambición desmedida fue la que la llevó a apoyar a Rodrigo en su relación con su prima Camill, todo fue por conveniencia


Rodrigo se quedó pensando unos momentos, él realmente no tenía intenciones de casarse con Silvia, el Ceo no la amaba más, pero debía seguir la corriente y ver hacía dónde lo llevaba, con suerte y un gran milagro lo llevaría a su hijo


Silvia quién en el pasado lo conocía perfectamente lo miró esperando encontrar un rastro de mentira pero no encontró nada, el poderoso Ceo había cambiado mucho ella eso no lo sabía y se confío


Vamos! te llevaré con él, pero Rodrigo! si no cumples con tu promesa me lo llevaré de nuevo y está vez no lo volverás a ver! está claro? preguntaba la rubia mujer Rodrigo asintió, tomó su saco del respaldo de su silla y abrió la puerta dándole paso a Silvia primero, el debía permavee tranquilo aunque le costará, no podía evidenciarse con la mujer que tenía enfrente, no sabía que pretenciones tenía ella


Silvia y Rodrigo salieron de la enorme compañía y caminaron unos cuantos metros en dirección a un parque, Rodrigo Mendoza la seguía en silencio, sus hombres lo seguían a distancia pero lo suficientemente cerca por si lo que decía la mujer era solamente una trampa novelbin


Demoraron algunos diez minutos en llegar, Rodrigo pudo ver cómo Silvia se acerca a a una mujer que parecía ser la niñera, el parque era pequeño pero agradable, había bastante sombra y estaba un poco fresco, en los brazos de la niñera un bebé de aproximadamente diez mesas estaba siendo sostenido por ella


Silvia queriendo quedar bien con el Ceo de acercó a tomarlo en sus brazos, la madre hacía cariños al pequeño pero solamente era para que Rodrigo pensará que era una madre abnegada, cosa que estaba muy lejos de ser


Silvia misma puso en los brazos del CEO a su pequeño, apenas lo vio se dio cuenta que había heredado el color de sus ojos, el pequeño Alejandro era la copia idéntica del padre, sus mismas fracciones, su cabello castaño, sus ojos azules


El bebé no opuso resistencia a ser cargado por su padre, el dicho la sangre llama es muy cierto, padre e hijo se sintieron identificados el uno con el otro, el bebé estaba vestido en un trajesito verde de una costosa marca al igual que sus zapatos, llevaba un chupón del mismo color que soltó para sonreírle a su padre Dios mío! es mi hijo! Rodrigo lo abrazó y sin importar nada dejó salir lágrimas de alegría, había sufrido tanto en silencio por la perdida de su hijo que apenas podía creer que estuviera vivo, fundido en un abrazo con su bebé, regresó al presente, ahora sí pediría explicaciones, Silvia no sabía lo que le esperaba


Explícame que fue lo que pasó? preguntó Rodrigo con esa voz fría y seca Bueno… lo que sucedió es que el tío Gonzalo me obligó a fingir la muerte de nuestro hijo, él me mandó al extranjero y me pasó una mensualidad todo esté tiempo, el tío Gonzalo te odia tanto por lo que le hiciste a su hija Camill que quiso cobrarte un poco por tu traición! Él me busco y me obligó a irme con el bebé! Por qué no me buscaste? la voz del CEO parecía provenir de ultratumba Por qué me dijiste que no te buscará nunca más! acaso no recuerdas cuando me dejaste afuera de tu casa con tu hijo en mi vientre? Rodrigo sentía como cuchillos ardientes atravezarle el pecho al escuchar la canallada que había hecho


Pudiste decirle a alguno de los hombres con los que te envíaba dinero, no me creas tan estúpido Silvia! rugió Rodrigo, te coludiste con el padre de Camill por qué no me quise casar contigo no es cierto? estoy de acuerdo que tú molestia fuera demasiada por qué no me casé contigo, no digo que no te respondí por qué yo me iba a hacer cargo de mi hijo, nunca me negué a eso! Para ti fue lo más fácil, dejarme en la vergüenza de ser una madre soltera que daría a luz a un bastardo de la familia Mendoza!


Cállate! no llames a mi hijo bastardo! nunca te creí capaz de hacer algo tan mostruoso, hacer pasar a mi hijo por muerto es por mucho lo peor que una madre puede hacer y por mucho lo peor que me han hecho! qué clase de mujer eres Silvia?


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