El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Chapter 78



Chapter 78

Chapter 78


No lo vuelvas a hacer


Quando Cristobal salió del baño, Camill entró a ducharse, el Cro se vistió y salió apurado a ver a su hijo, no habla sabido de den toda la noche y ya sentia desespero, el bebé estaba comiendo, la niñera le estaba dando una mamila, como siempre el pequeno Cristóbal no dejaba de moverse, ya era su costumbre estar en moviiniento siempre No hizo ruido para dejarlo comer y regresó a la habitación, Camill ya había salido de la ducha y bajado a desayunar, Cristóbal bajo para acompañarla, ya una vez sentado notó a Camill un poco inquieta, que le pasará penso el hombre desayımaron apresurados pues ya era hora que Cristóbal saliera a trabajar, Camill ya estaba por incorporarse de nuevo al trabajo solo que había un detalle que sabia que no le gustarla a su malhumorado esposo Cristóbal subió a la habitación a lavarse los dientes, Camill recibió un paquete y de inmediato corrió arriba a esconderlo, lo habría logrado si no fuera por qué sus hombres ya le habían avisado que su esposa habla hecho un encargo a la farmacia Quando Camill entró a la habitación el hombre que ya iba tarde a una reunión reviso las manos de su mujer con la mirada, que tienes ahí Camill? El nerviosismo de la hermosa mujer era notorio, nada que te incumba hombre metiche! Camill buscó con la mirada, recordó que la noches anterior había subido una botella de agua, fue hasta ella disimuladamente, el Ceo no muy conforme salió de la habitación malhumorado como ya era habitual Camill sacó de la bolsa la pequeña caja post Day y la comenzó a abrir, puso la pastilla en su boca y la trago con el agua que después escupió al ver qué Cristóbal regresó con una mirada felina buscando lo que ocultaba Ella todavía tenía la prueba del delito en la mano, Camill estaba deseando desaparecer de la fría mirada del imponente hombre De dos zancadas Cristóbal llegó a ella tomó su mano para ver el contenido, post Day decía la cajita, la tomaste? Camill callaba de nervios, dime si la tomaste m*****a sea! el hombre estaba furioso Camill comenzó a llorar


Si, la acabo de tomar! dijo ella mientras sus lágrimas mojaban sus mejillas, está faceta de Cristóbal era realmente aterradora Cristóbal fuera de sí llevó casi a rastras a su bella esposa al sanitario, !Vomitala! hazlo o yo mismo voy a meter mis dedos en tu boca para que la vomites! Co…como lo hago? hipeaba Camill, ella nunca había hecho nada parecido Mete tus dedos hasta que devuelvas la pastilla que te acabas de tomar! hazlo pronto que ya no tengo paciencia para ti! Camill temblorosa obedeció, se provocó el vómito, el desayuno y la pastilla salieron de su cuerpo, ella quedó casi tirada a un lado de la taza de baño Cristóbal no se movió de allí hasta comprobar con sus propios ojos que la m*****a pastilla ya no estuviera en el sistema de Camill, irreconocible como la misma bestia de la bella y la bestia tomó a Camill de un brazo, si vuelves a hacer algo como esto no te lo perdonare! te juro que conocerás mi peor lado! El Ceo se pasaba la una mano por su largo cabello, no estaba en sus cabales y lo sabía, pero su furia verá tanta que no podía controlarse, escucha bien mujer, si dios o la vida nos manda otro hijo lo vamos a tener! no me importa si me odias, me desprecias o te doy asco! no voy a permitir que evites que se geste un hijo nuestro por ningún motivo! ! ESCUCHASTEEE? El rugido de Cristóbal se escuchó en toda la casa, Camill no respondía por qué el llanu no la dejaba hablar solo pudo susurrar, lo siento! lo siento mucho! yo no sabía que hacer Cristóbal no quiso quedarse más tiempo ahí, sus sentimientos estaban confusos, por una parte quería castigar severamente a su esposa por su acción que aunque tenía argumentos válidos para no querer tener más hijos con él, para él no eran suficientes por otro lado quería abrazarla, consolarla y decirle que todo iba a estar bien que no tenía que angustiarse ni preocuparse por nada, que por lo que más quisiera ya no volviera a tomar esa extrema salida! Camill se quedó un rato más en el baño desahogando se, sintiéndose la peor persona, Cristóbal se fue a la compania con el corazón acongojado, se le había pasado la mano con su esposa y lo sabía, no


estuvo bien lo que hizo pero su reacción para con ella estuvo peor! ese no era buen inicio para demostrarle a Camill que quería ser un mejor hombre para ella, pero joder! no era que ella ayudará mucho con su cambio, verdad? La reunión estaba retrasada, sus socios lo estaban esperando, el ceo pidió a su asistente Martin que lo disculpar a con ellos pero que llegaria pronto, para colmo la reunión era con la compañía de Mónica Medina, su amor de juventud Camill se levanto apresurada había quedado de acompañar a su jefe el señor del Villar a una reunión, tomó su cosmetiquera y salió con suchófer, en el camino arregló su maquillaje, sus ojos estaban un poco hinchados pero esperaba que en el camino se compusieran Tomas llamó a Camill para verse en el restaurante Royal village, allí sería la reunión desayunar y revisar las cláusulas, Cristóbal llegó apresurado, la hermosa Mónica lo esperaba junto con otros socios, la bella rubia estaba vestida en un moderno traje de ejecutiva, en verdad era muy sensual, su porte de CEO la hacía ver muy interesante casi imponente a la vista de cualquier hombre El Ceo del Villar llegó también, su acostumbrado maletín y su gabardina de costosa marca lo distinguían, él CEO Tomás era una persona muy observadora, la belleza de su socia y la interacción con su amigo Cristóbal era algo que iba más allá de lo profesional Los Ceos se saludaron, cada uno llevaba a su asistente, Mónica le pregunto por el suyo a Tomas, el repsondió que le había encargado unos documentos de la oficina que llegaría pronto, oh! mira ya está aquí, mi bella asistente Camill Rodriguez Por la puerta del restoran una hermosa mujer vestida en un costoso y sensillo vestido armany que le acentaba la silueta, sus largos cabellos castaños, el rostro de una muñeca, un ángel incomparable, elegante porte y de inegable inteligencia llegaba a la reunión con una carpeta que entregaba a su jefe Buenos días! saludo Camill, todos en la mesa la saludaron, Mónica quien hasta entonces era la única mujer en el lugar sintió que compraría las miradas con ella, no había visto una mujer tan perfecta, toda ella era excepcional, incluso más que ella misma


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