El enigmatico regreso

Capítulo 1075



Capítulo 1075

Capitulo 1075 Te extrafio Neera


Al enterarse de que la enfermedad de Jean estaba empeorando, Neera inmediatamente se puso de pie y su rostro se puso palido. Asi que realmente sucedié. Como esta el ahora? Debe sentirse terrible...


Imagenes del sufrimiento pasado del hombre pasaron involuntariamente por su mente, arrojando su corazon al caos.


“zNeera? Neera? Estas escuchando?” Al otro lado del teléfono, Isabella no escuché la voz de Neera y llamo a esta ultima dos veces mas.


Neera apreto los dientes y respiré hondo, obligandose a calmarse. “Bell, haz lo que te digo. Aytidelo aplicandole puncién seca para aliviar su dolor”.


Isabella estudié medicina moderna. Aunque entendia la puncién seca, rara vez la practicaba.


Al escuchar eso, ella se sorprendié instantaneamente, rechazandolo instintivamente. “No puedo hacerlo. Rara vez uso este método para el tratamiento-”


Neera interrumpid: “Puedes hacerlo, Bell. Te lo explicaré todo. Tienes que creer en ti mismo. Puedes hacerlo. Por favor, ahora mismo eres el nico que puede ayudarlo. gPuedes hacerlo por mi, por favor?


Al ver el dolor agonizante grabado en el rostro de Jean, Isabella vacild por un momento antes de aceptar de mala gana. “Esta bien, esta bien, lo intentaré, pero no puedo prometer que podré aliviar su situacion”.


Mientras hablaba, se le ocurrié una idea y tom6 la iniciativa de sugerirla. “; Qué tal esto? Pasemos a una videollamada para que puedas orientarme cuando sea necesario. Eso parece mas confiable”.


“Esta bien, hagamoslo de esta manera’, dijo Neera.


Pronto, Isabella cambid a una videollamada y le pidid a Lan que sostuviera el teléfono con la camara directamente hacia Jean. Después de no ver a Jean durante varios dias, Neera miré fijamente al hombre en la pantalla, momentaneamente aturdida.


y sin poder recuperarse.


Jean estaba en mal estado. Su tez estaba terriblemente apagada y habia perdido peso notablemente.


Como dijo Isabella, parecia considerablemente agotado.


El corazon de Neera dolia intensamente.


Siempre habia pensado que estaba profundamente sumida en el tormento todos los dias, pero no se dio cuenta de que a Jean no le estaba yendo mucho mejor.


Parecia que el dolor que habia soportado esos Ultimos dias no era menor que el de ella.


Ademas de eso, con Frederic hospitalizado debido a heridas, Jean habia estado vigilando incansablemente durante dos dias, sin apenas descansar. En consecuencia, Jean cayé enfermo de repente...


Justo cuando Neéra se sentia molesta, Isabella ya habia traido la aguja plateada, lista para comenzar.


El tiempo no esperé a nadie. En lugar de soportar ver a Jean atormentada por la enfermedad nuevamente, Neera recuperé la compostura a regafiadientes. Luego, comenzé a guiar a Isabella sobre los puntos meridianos especificos para la insercién de la aguja.


Isabella no se atrevio a aflojar ni un poquito. Hizo acopio de toda su concentracién, temiendo cometer incluso un solo error por descuido.


Afortunadamente, el tratamiento transcurrid sin problemas.


Una vez que todas las agujas estuvieron correctamente insertadas, Isabella se enderezo, hundiéndose cansada en la silla y dejando escapar un largo suspiro. “Muy bien, gcuanto mas tenemos que esperar?”


Neera hablo con voz ronca. “Las agujas se pueden quitar en una hora’. 33 Un sentimiento amargo brotdé de su corazon. No podia soportar seguir mirando. Después de hablar, quiso colgar el teléfono.


Isabella la detuvo. “Espera, no cuelgues todavia. Sigue mirando. Me falta experiencia y temo que algo pueda salir mal. Vigilelo para que pueda detectar cualquier problema y avisarme a tiempo.


Neera acepté de mala gana.


33


Asi, mantuvo ese angulo, su mirada inquebrantable. Ella miré en silencio al hombre de la foto, concentrada y sin parpadear. Era como si no pudiera tener suficiente de él.novelbin


Cuanto mas miraba, mas profundo se volvia su anhelo.


Aproximadamente media hora después, Jean se desperté repentinamente.


Abrié los ojos y su mirada se encontré directamente con los ojos de Neera en la pantalla.


Al otro lado del teléfono, Neera se quedo helada, sorprendida por ese inesperado contacto visual. Le tom6 varios segundos recuperar la compostura.


Su mirada de repente no tuvo donde descansar. Por lo tanto, desvié la mirada, su corazon latia implacablemente. Ni siquiera sabia lo que estaba tratando de evitar.


Quizas fue por el dolor, pero Jean no reaccion6, solo miré fijamente la pantalla de su teléfono.


Al ver la situacién, Lan explicd apresuradamente: “Sr. Beauvort, cuando estaba inconsciente antes, fue la Sra. Beauvort quien guid verbalmente a la Sra. Lopez para que lo tratara. Ella se preocupo mucho cuando supo que su enfermedad habia estallado. jlncluso ahora ella todavia esta preocupada por ti!


Después de escuchar eso, Jean sintid como si algo se abriera en su corazon. El dolor quedo en el fondo de su mente y levanto una ceja.


Miré tiernamente a la pequefia mujer en la pantalla, su voz llena de anhelo. “Neera, te extrafio mucho...


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