El enigmatico regreso

Capítulo 452



Capítulo 452

Capitulo 352 Espérame


Jean estaba en la sala cuando escuché el timbre y se levanto para abrir. Encontré a Neera en la puerta, agarrandose el estémago con expresion lastimera. Levanto una ceja sorprendido y pregunto: “;Qué pasa? 4No te estas sintiendo bien?”


“Si”, respondié Neera débilmente, su voz carecia de energia. Parecia avergonzada y continuo: “z Tiene algun medicamento para el estomago? Me duele el estomago...”


Jean se quedo en silencio por un momento, su tono no era particularmente cdlido. “;No acabas de decir que tu estémago estaba bien?”


Neera le dirigid una mirada de reojo. “Bueno, normalmente esta bien, pero a veces simplemente falla en los peores momentos. No es que pueda controlarlo”.


Al ver su rostro palido y sentir lastima por ella, Jean no pudo evitar sentirse molesto y divertido al mismo tiempo. La hizo pasar a su apartamento.


“Siéntate aqui y espera”.


La colocé en la sala de estar y luego fue a buscar una caja de medicinas y un vaso de agua.


“Elige el que quieras”.


Abrié la caja de medicinas y la empujé hacia ella, junto con el vaso de agua.


Neera se quedo sin palabras. La situacion parecia extrafiamente una reminiscencia de pedir comida en un restaurante.


Bajo la cabeza y comenzo a hurgar en la caja de medicinas. Para su sorpresa, dentro habia varios tipos diferentes de medicamentos para el estémago. Se dio cuenta de que tenia que elegir el adecuado para su situacién. Examino cada opcién cuidadosamente antes de seleccionar finalmente la que le parecia mas adecuada.


Jean se sent6 frente a ella y observé mientras ella hacia su eleccién y bebia la medicina. Sdlo después de que ella lo tom, él hablo con voz tranquila: “Si no tienes ningun medicamento, ¢no podrias intentar la puncién seca?”.


Record6 a Penny, la primera vez que la conocid, ella noté sus problemas estomacales y le realizo una terapia de puncion seca, que result6 bastante efectiva.


Neera se reclino en el sofa y dejé escapar un suspiro de alivio antes de responder en voz baja: “Depende de los sintomas especificos. Dada mi condicién, la puncién seca probablemente no tendra mucho efecto. No es una solucién instantanea; de lo contrario, no habria venido aqui a pedir medicinas”.


Jean asintié con la cabeza: “Después de tomar el medicamento, asegurese de descansar adecuadamente. No sigas esforzandote”.


Neera asintid algo hosca y no dijo nada mas. Inicialmente, habia planeado regresar inmediatamente, pero su dolor de estomago se habia vuelto insoportable. Le faltaba energia y estaba empapada de sudor frio. Sin otra opcidn, se sento alli en un estado lamentable, mirando a Jean.


“Um, si no te importa, gpodrias dejarme quedarme temporalmente por un tiempo? Volveré una vez que el medicamento comience a hacer efecto”.


Jean miré su rostro palido y no pudo evitar suavizarse un poco. Su respuesta no fue ni fria ni calida: “Haz lo que quieras”. Posteriormente, se sumergié en su trabajo, colocando su computadora portatil en su regazo y revisando documentos.


Neera dejo escapar un suspiro de alivio y se recliné en el sofa. No pas6 mucho tiempo antes de que la somnolencia se apoderara de su mente. Sus parpados se volvieron pesados y, en unos momentos, cay6 en un suefio ligero.novelbin


Sus delicados rasgos se reflejaban en sus pupilas, como un guijarro arrojado a un lago en calma, provocando ondas que se extendian por su superficie.


Su mirada parpaded momentaneamente y se levant6 suavemente de su asiento, agarrando una manta para cubrirla. Al mismo tiempo, le ordend al mayordomo que estaba en el pasillo: “Ve a otra parte y mantente ocupado. No la molestes”.


El mayordomo asintié obedientemente, entendiendo la situacion, y salid discretamente de la sala.


Mas de una hora después, Neera se despertd poco a poco. Mientras miraba el techo desconocido pero familiar, se detuvo por un momento antes de darse cuenta de que estaba en la casa de Jean.


“zDespierto? ~Como te sientes?” La voz de Jean rompid sus pensamientos cuando abrio los ojos.


Neera rapidamente recupers la orientacion, centro su mirada y lo miré. “Ahora me siento mejor, el malestar practicamente ha desaparecido”.


Los labios de Jean se curvaron ligeramente en las comisuras y se formé una sutil sonrisa. “Parece que la medicina hizo su trabajo”.


Neera se sento y finalmente not6é que la manta la cubria. Ella sonrié y sus ojos se volvieron suaves mientras lo miraba. “Gracias por hoy.”


Jean desestimé su gratitud con una respuesta casual: “No es necesario. Si alguna vez te falta comida en casa, puedes venir aqui”.


Neera quedo desconcertada por su oferta, realmente sorprendida. Pero ella no se nego y, de hecho, sintié un aleteo de emocidn.


Después de todo, la casa de Jean contaba con chefs con estrellas Michelin: comer alli seria una delicia culinaria.


Sintiendo una renovada sensaci6n de energia, asintid con entusiasmo: “jMuy bien! Contribuiré a los gastos de comida”.


Jean le lanz6 una mirada de reojo, con un leve atisbo de sonrisa en sus ojos. Entendia bastante bien su caracter y no le molestaban las largas discusiones. Casualmente lanzo dos palabras: “Tu decision’.


Al mirar la hora, Neera sintid que era hora de regresar. Mientras se ponia de pie, un pensamiento la asalto.


“Oh, por cierto, ha pasado un tiempo desde tu Ultimo tratamiento. Aunque no haya tenido ningun episodio reciente, no puede saltarse el tratamiento. La sesién de hoy debe continuar; de lo contrario, su salud no durara mucho mas. ,Cuando estas disponible?”


Jean se sentia fisicamente bien desde hacia un tiempo y se habia olvidado por completo de su tratamiento.


Mirando el reloj, respondio: “Tengo una reuni6n a larga distancia en el extranjero dentro de un rato, que probablemente durara dos horas. Qué tal mas tarde esta noche?


Neera asintid, “Claro, entonces iré esta noche. jEsperame!”


Con sus planes establecidos, pronto abandoné la casa de Jean.


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