El enigmatico regreso

Capítulo 566



Capítulo 566

Capitulo 566 ,Se niega a mostrarmelo?


Con un movimiento rapido de las riendas, Snowdash empezo a galopar.


Jean susurré al oido de Nerra, compartiendo cositas a las que deberia prestar atencién.


Sin embargo, Neera luché por entender sus palabras.


El viento se volvié inquieto y le apretaba la cara. Su corazon estaba en peores turbulencias en comparacion con el


viento.


Sus sentidos se intensificaron. Los fuertes y erraticos latidos del corazén resonaban con fuerza en sus oidos. Mas alla de eso, toda su atencidn se centré en el susurro en su ojdo.


Sus labios rozaron su oreja y su calido aliento le provocé una sensacién abrasadora. Le quem6 el interior de los oidos y le hizo arder el cuerpo.


Ella pensaba que esas escenas solo podian ocurrir en las peliculas; experimentarlos de primera mano la hizo sentir inexplicablemente timida.


No muy lejos, un caballo se sobresalt6 y empezo a relinchar ruidosamente.


El personal se hizo cargo de la situacion.


Este caballo, que parecia haber sido provocado, se dio la vuelta y cargé hacia Neera.


Ese ruido asust6 a Snowdash. Relincho de nuevo y salid disparado hacia adelante, intentando deshacerse de los jinetes que llevaba sobre su espalda.


Ni Neera ni Jean esperaban esto. Sus expresiones cambiaron dramaticamente.


La primera estaba tan asustada que casi perdido el equilibrio


y cayé al suelo.


Jean hizo todo lo posible por mantener las riendas bajo control, pero la velocidad de Snowdash era incontrolable.


Ambos cayeron del lomo del caballo en cuestién de segundos.


El rostro de Jean cambié cuando se dio cuenta de que estaban a punto de entrar en contacto con el suelo. Instintivamente protegié a Neera entre sus brazos en el ultimo momento.


jRuido sordo! j;Ambos aterrizaron con fuerza!


A pesar de que el terreno de la arena estaba cubierto de hierba, Jean recibio la peor parte del impacto en su espalda. El golpe era insoportablemente doloroso. A pesar de su alta tolerancia al dolor, jno pudo evitar dejar escapar un gemido ahogado! Neera aterrizo en su fuerte abrazo. Aparte de experimentar un shock cuando cay6 al suelo, no result6 muy herida.


Después de recuperarse, miré a Jean con preocupacién.


Lo que encontré su mirada fue su cefio profundo y fruncido y su expresion dolorosa. Un panico nunca antes sentido apreto


su corazon.


Aterrada, intento liberarse de su abrazo, pero sentia las extremidades débiles. Logré girarse hacia un lado y luchd por sostenerse.


Sin romper el contacto visual, ella lo empujd suavemente.


Su voz tembl6 y lo llamo: “Jean, gestas bien? Me estas asustando. jPor favor hablame!”


Todos los que estaban cerca quedaron asombrados; se apresuraron y se lanzaron hacia alli.


“Sefior, gse encuentra bien?”


La tez de Lan se habia vuelto blanca como una sabana. Llam6 un par de veces, pero al no obtener respuesta, se dio la vuelta y grufid enojado al personal.


“4Que estas esperando? jLlame a una ambulancia ahora!


El personal se quedo paralizado y aturdido. Asintieron estupefactos y estaban a punto de hacer una llamada.


Jean se habia recuperado de su dolor; movié los parpados. Su tez estaba terriblemente palida, pero los detuvo diciendo: “iMe asustaste, tio Jean! Pensé que te habias desmayado”. Los trillizos acaban de vivir una montafia rusa emocional. Lloraron, claramente asustados.


Sollozando, Neera sintio como si le hubieran agotado todas las fuerzas.


Ella pregunt6 preocupada: “lan, jtenemos que ayudarlo a ir al bafio y revisarlo!”


Lan siguié sus instrucciones.


Los trillizos también ayudaron a Neera a levantarse, tratando de quitarle el polvo de la suciedad.


Ella sacudié la cabeza y dijo: “Estoy bien”.


Después de decir eso, rapidamente alcanz6 a Lan y nunca se aparté del lado de Jean.


Una vez que entraron al bafio, ella comenzé a quitarle la tela.


Jean tom6 su mano y la detuvo.


5 Sobre guardar una palabra.


El razono: “Estoy bien. No es tan malo como parece. Me acabo de caer, pero no estoy sangrando.


Neera


lo miré enojada. Ella espeto: “; Qué quieres decir con ‘se cayo’? Puede que no tengas heridas externas; Podria haber lesiones internas o dafios éseos. Si estas bien o no, lo sabré una vez que te haga un examen exhaustivo”.


La mano de Jean todavia estaba firmemente agarrada a su mufieca. Esta vez, hablo con un tono burld bajo la mirada de tanta gente aqui?”


Si hubiera sido en otro momento, Neera se habria sonrojado. En este punto, en lugar de su rostro, eran sus ojos los que estaban enrojecidos.


“jAun estas de humor para bromear! Estas tan herido que no quieres mostrarmelo?


Como la conocia desde hacia tanto tiempo, Jean nunca antes la habia visto tan ansiosa; estaba a punto de llorar.


Su mano, que la sostenia, se movid un poco. Fruncié los labios y de repente dijo: “Todos, por favor, vayanse”. Naturalmente, esta fue una orden que le dio a Lan y al resto.


Su mano, que la sostenia, se movid un poco. Fruncid los labios y de repente dijo: “Todos, por favor, vayanse”. Naturalmente, esta fue una orden que le dio a Lan y al resto.


La puerta de la sala de descanso se abrio y se cerré, dejandolos solo a ellos dos en la habitacion.


Jean finalmente lo solté y dejo escapar un suspiro exasperado: “Me rindo”.


Después de decir eso, comenzo a quitarse la blusa é! mismo.


Neera se apresuré a revisar su espalda y vio un profundo hematoma.


Levanto la mano y presioné los moretones y pregunto: “;Esto duele? Y aqui...”


Jean respondié a cada una de sus consultas.


Después de la simple comprobacién, Neera se preocupo menos por él.


El esta bien.


Al ver su preocupacion, la expresién de Jean se suavizo. El la tranquilizo pacientemente: “No es gran cosa. No es doloroso”. Neera se mordio el labio y presiono con fuerza el hematoma.


jSilbido! Jean no pudo contenerse e inhalé ruidosamente.


Neera advirtié con voz profunda: “Si vuelves a actuar con dureza, te mostraré lo que es el verdadero dolor’.


jAlto! No es tan grave”.


:“gVas a desnudarme



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