Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria

Capítulo 393



Capítulo 393

Capítulo 393


Capitulo393 jCira reacciono inmediatamente empujandolo!


Su segunda reaccidn fue preguntarse por qué el cuerpo de él estaba tan caliente. Al colocar la palma en su pecho, a través de varias capas de ropa, se quemo.


Y cuando empujé a Morgan de esa manera, él sorprendentemente cay6 al suelo «< sin ofrecer resistencia». La sala estaba iluminada, revelando el ligero rubor en el rostro blanco y guapo de Morgan. Su corto flequillo caia sobre su frente, ocultando sus ojos estrechos y dandole un aspecto menos afilado de lo habitual.


Cira apretd los labios, la sensacién que Morgan dejo en sus labios atin no se desvanecia, y su expresion facial no era agradable.


Olvidé que Morgan tenia la llave de su habitacion. -4Qué estas haciendo aqui?


Al recordar que varias personas le habian dicho cosas similares esa noche, ella hablo friamente: -, El sefior Vega también esta aqui para persuadirme de reconciliarme con Estela? El precio actual es un millon con cuatro cientos mil, ¢ cuanto mas quiere agregar el sefior Vega?


~Agregar setecientos mil? No podia ser, el sefior Vega era rico y poderoso, deberia duplicar directamente la oferta. Cira esboz6 una sonrisa irénica, si realmente se atrevia a proponer eso, ella...


Antes de que pudiera completar sus pensamientos, Morgan levanto la cabeza con la mirada un tanto confusa, deteniendo sus pensamientos.


Y cambié completamente de tema, diciendo en voz baja: -Carifio, estoy enfermo. La garganta de Cira parecié cerrarse de golpe..


Quizas aun no estaba completamente despierta, con la mente confusa. De repente, imagind a Morgan como un perro callejero, con las orejas caidas, triste, corriendo hacia la gente, buscando ser adoptado y amado.


Cira record6 la escena en la que estaba parado en la nieve, su corazon se apreto y, con brusquedad, gird la cabeza.


-Si tienes fiebre, deja que la secretaria Quiroga te lleve al hospital, te consiga un médico. ;Para qué vienes a buscarme? No sé cémo curar enfermedades.


Morgan cont6 un hecho: La ultima vez que me enfermé, fue gracias a ti que me cuidaste. La mirada de Cira, como las ondas en un lago cuando sopla el viento, se estremecid.


Morgan tenia una salud excelente. En los tres afios que estuvo a su lado, solo lo vio enfermo una vez. Fue cuando él estaba a cargo de una gran adquisicién, trabajo sin descanso durante mas de un mes, y finalmente, en la celebracién de éxito después de la adquisicién, bebid un poco mas de la cuenta. Sumado al estrés acumulado, se durmio y al despertar tenia fiebre de 39 grados.


Ese hombre, acostumbrado a una vida de lujo desde su infancia, no queria soportar el ambiente «


Fue uno de los pocos momentos en esos tres afios en los que pasaron la noche juntos en la zona residencial Costa Bella, pero nada sucedié durante la noche.


Cira hasta ahora recordaba que, durante su enfermedad, el temperamento de Morgan era muy bueno. Hacia todo lo que ella le decia, tomar medicinas, dormir a tiempo, y ademas era muy... carifioso, Queria abrazarla, y también queria que ella estuviera siempre en un lugar visible para él.


Era tan afectuoso que, en sus momentos de ensuefio, ella se preguntaba si él estaba expresando sus verdaderos sentimientos, si acaso también le gustaba a él.


No solo ella, incluso los médicos pensaban que eran esposos, llamandolo sefior Vega y, naturalmente, llamandola sefiora vega.


Ella se quedo atonita por un momento, a punto de negarlo, pero Morgan respondio de inmediato, diciendo: Si, lo sé. Lo tendré en cuenta.


No corrigié la confusion del médico, e incluso lo aceptd implicitamente.


Después de que el médico se fue, él se recost6 en el cabezal de la cama, repitiendo con una sonrisa irdnica: -;Sefiora Vega? Por favor, sefiora Vega, gpuedes traerme un vaso de agua?


La forma en que pronuncié «sefiora Vega» tenia un tono burlén, era una broma mutua conocida por ambos, pero no se podia negar que en lo mas profundo de su corazon, ella sentia alegria por esas dos palabras.


Esos tres afios, al contarlos detenidamente, no fueron completamente malos recuerdos, también hubo momentos de ternura y afecto. Sin embargo, todo cambié abruptamente con la llegada de Keyla, volviéndose fragmentado y completamente diferente.


Al recordar a esa persona, Cira volvié en si al instante, sintiendo un escalofrio en su cuerpo. Abraz6 sus piernas y dijo con indiferencia: gEn serio? Ni siquiera lo recuerdo. Asi que, gel sefior Vega vino a buscarme porque necesita que llame al 112?


Ella lo ignoré, y el parpado del hombre se cay6 un poco mas.


-Querias irte con Fermin, te dejé ir. Querias que me fuera por Fermin, también me fui. Ahora que estoy enfermo, tienes que ser tan despiadada?


Cira lo miré con incredulidad: -Morgan, ¢sabes lo que estas diciendo?


~Estaba confundido por la enfermedad nuevamente?


La ultima vez, en medio de la confusion por la enfermedad, la llamo «sefiora Vega >>. 4Como era posible que ahora, en medio de otra confusion por la enfermedad, empezara a buscar lastima?


~Como podia Morgan, siempre orgulloso, hacer algo asi?


Cira solo sintié que estaba delirando por la fiebre, que le estaba afectando la


mente.


jDeja de actuar asi! Si no necesitas que llame al 112 por ti, entonces vete. Ademas, devuélveme la tarjeta de la habitacion. Si vuelves a entrar en mi habitacion sin permiso la proxima vez, jllamaré a la policia seguro!


Morgan habl6 con voz ronca: -Carifio, estoy mareado, muy mareado.


-jTe dije que fueras a ver a un médico!


Morgan realmente parecia estar tan enfermo como un tonto: Carifio, quiero dormir. -jVe a tu habitacion a dormir!


Morgan tom6 su mano.


Quiero dormir contigo, carifio.


Capitulo394


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