El amor del Ceo mexicanoES by Pandora

Chapter 111



Chapter 111

Chapter 111


Te lo adverti!


Apenas amaneció Cristóbal se levantó lleno de energía, se ducho y se vistió en un costoso traje azul oscuro que le quedaba como un guante, se calzó sus zapatos favoritos, peinó su cabello y fue a la habitación del bebé Cristóbal para darle un beso, el Ceo salió un poco más temprano de la mansión para conectarse a una videoconferencia con unos socios italianos y para no estar presente en un suceso que tiene que ver con su mujer


Camill despertó muy, muy, cansada, el cuerpo le dolía sobre todo su zona íntima, se arrastró como pudo hacía el cuarto de baño por unos analgésicos


Esa m*****a bestia cumplió su palabra! me cogió como quiso el muy infeliz! además estoy retrasada para ir a trabajar, no quiero llegar tarde con Renzo en apenas mi segundo día de trabajo 1


Camil abrió el cajón dónde guardaban los medicamentos, tomó un par de analgésicos, los metió en su boca y los paso con agua del grifo, de inmediato se metió en la ducha, al salís seco su cuerpo y su cabello rápidamente más al mirarse al espejo un color escarlata le subió al rostro, una gigantesca furia la invadia


! AAAAAAAAAAAAAAAAH!


El grito de la furiosa, asustada y sorprendida mujer se escuchó en toda la mansión, al mismo tiempo en la oficina del CEO Mexicano, una sonrisa perversa de dibujaba en su rostro, te lo advertí!


Camill daba vueltas en su mismo sitio mirándose al espejo, llevaba marcas por todos lados, no sutiles, no pequeñas, eran grandes y muy marcadas, tenía huellas en la espalda, en las piernas y en el vientre, pero las del cuello, esas eran las peores, algunas llegaban al mentón de su bello rostro


Camill no podía cerrar sus carnosos labios de la impresión, dejó escapar lágrimas de rabia, ese maldito CEO cabrón ahora sí me jodió, estaba tan entretenida en sus caricias y sus embestidas que no puse


atención a lo demás!


Cristóbal mientras tanto estaba concentrado en la reunión virtual, en perfecto italiano conversaba con sus socios de como las ventas habían crecido en un treinta por ciento ese año, de pronto su celular timbró en tono de mensaje de wasap Tal como lo pensé, sonrió el poderoso CEO al ver qué se trataba de su querida esposa ! Cómo demonios pudiste hacerme ésto demonio? ahora cómo podré ir a trabajar? pero está Cristóbal Altamirano te juro que me la cobrare!


Camill sacó su maquillaje con la esperanza de poder cubrir las marcas de su cuello después de una hora y media de intentarlo por fin pudo cubrir las zonas más expuestas, por suerte la bella mujer era muy buena con el maquillaje, no había sido nada fácil la tarea pero ya estaba lista para ir a trabajar


Renzo Mandujano se encontraba en la puerta de su mansión desde las nueve de la mañana esperando a su bella asistente, cuando llegara ella se metería al despacho a esperarla pero ya eran las diez y media y ella no había llegado Quiere que la llamé señor Mandujano? puedo preguntarle cuál es la causa de su ausencia?


Y si ya no vuelve Alexei? y si Cristóbal Altamirano se lo prohibió? dejar de verla no es opción para mí! decía el poderoso Ceo oriental mientras permanecia de pie con las manos atrás


Al ver a su señor mandujano mal, el mayordomo Alexei quiso darle ánimos, ella vendrá estoy seguro, ella ama su trabajo, la señorita Camill es una mujer muy profesional


En eso estaban cuándo le timbró el celular al mayordomo Alexei, eran los hombres de la entrada que le llamaban para avisarle que la señorita Camill había entrado con su chófer y estaba por llegar con ellos, gracias Lorenzo, dijo el mayordomo y colgó la llamada


Señor Mandujano, la señorita Camill acaba de entrar a la mansión? se apresuró a informar el viejo Alexei


A Renzo le cambió el atractivo rostro de inmediato, por Ala que no venga a renunciar pedía el Ceo, recibela! yo estaré esperándola en mi despacho, la imponente figura del hombre Oriental se dirigió a su despacho, ella no podía verlo tan ansioso por su demora, no quería ahuyentarla, ella no era suya pero al menos podía verla mientras estuviera trabajando para él Cómo se lo pidió si señor Mandujano, el mayordomo Alexei recibió amablemente a Camill y la acompañó al despacho dejándole una sonrisa antes de retirarse Camill estaba muy avergonzada, había llegado muy tarde a trabajar, eso era inadmisible y nada profesional, tocó la puerta y espero el adelante de su jefe Adelante pasé! se escuchó la voz de Renzo. Camill entró rogándole a dios que si jef no se diera cuenta de las marcas que Cristóbal había dejado en ella, era tan vergonzos, Cristóbal se había excedido esta vez, había sido demasiado atrevido y a los ojos de Camill hasta un poco sádico… 1


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